"Las capacidades destructivas de la IA están avanzando muy rápidamente", afirma Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI.

Invitado a hablar ante los banqueros de la Reserva Federal, el CEO pintó una visión preocupante del futuro del empleo y la seguridad global.
Jefes de estado que buscan asesoramiento en ChatGPT , diagnósticos médicos sin médico, ciberataques masivos impulsados por la inteligencia artificial: invitado este martes 22 de julio a hablar en la sede de la Reserva Federal estadounidense en Washington, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, ofreció una visión tan futurista como preocupante de la nueva era que abre la revolución de la inteligencia artificial. El empresario detalló las inminentes revoluciones que traerá el impresionante progreso de la IA, ya sea en el empleo, la salud o la seguridad.
“ Ciertas categorías laborales, una vez más, van a desaparecer por completo ”, declaró ante un grupo de economistas y banqueros, señalando a los empleos de atención al cliente como la primera víctima. Según él, el sector ya ha experimentado una transformación: “Ahora, cuando llamas, responde una IA. Es como una persona superinteligente y competente. No hay servidor de voz ni transferencias. Puede hacer todo lo que un agente de atención al cliente haría. No comete errores. Es muy rápido. Llamas una vez, está hecho, está resuelto”.
Saltar el anuncioInterrogado por Michelle Bowman, vicepresidenta de Supervisión Bancaria, Sam Altman también destacó la superioridad de su herramienta en el ámbito médico. "De hecho, hoy en día, ChatGPT suele ofrecer un mejor diagnóstico que la mayoría de los médicos del mundo", aseguró. Sin embargo, esto no significa el fin del factor humano en la medicina, según el ejecutivo tecnológico: "La gente sigue yendo al médico. Y no sé, quizá sea un dinosaurio, pero no quiero confiar mi futuro médico a ChatGPT sin un médico humano de por medio".
Este notable discurso del fundador de OpenAI se produce justo cuando la administración Trump acaba de presentar su "Plan de Acción de IA", cuyo objetivo es reducir ciertas regulaciones y promover la construcción de nuevos centros de datos en el país. A diferencia de su predecesor demócrata, Joe Biden, Donald Trump aboga por la desregulación de la IA, mientras que los gigantes tecnológicos, con sus propios intereses, siguen el ejemplo. Sin embargo, esta aceleración no está exenta de peligros, como admite el propio Sam Altman. Una de sus mayores preocupaciones, explicó, sigue siendo "la capacidad destructiva de la IA, que avanza a un ritmo vertiginoso". ¿ El peor escenario, según él? "Una nación hostil que utilice estas armas para atacar el sistema financiero estadounidense".
Otra amenaza: el uso fraudulento de la IA de voz. "Estoy impresionado por el progreso en la imitación de voz", enfatizó, antes de advertir: "Algunas instituciones financieras aún aceptan huellas de voz como autenticación". Esto abre una posible laguna legal para los estafadores capaces de usar IA. OpenAI, que planea abrir su primera oficina en Washington el próximo año, se está acercando geográficamente a los centros de poder. Sam Altman, quien testificó ante el Congreso en mayo de 2023, podría así reemplazar a Elon Musk como portavoz de Donald Trump en Silicon Valley.
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